El estado más pequeño de Brasil es un territorio preservado cuya economía se basa principalmente en la industria y la agricultura. Sergipe es también un destino turístico que ha aprovechado sus paisajes y su arquitectura colonial. El Parque Nacional Serra de Itabaiana, la Reserva Biológica Santa Isabel (en Pacatuba y Pirambu), las dunas de Praia do Saco (en Estancia), Orla por do Sol, Ilha dos Namorados o Aracuju (la capital) son lugares y ciudades que atraen a viajeros e inversores.