VACACIONES: Una noche en la copa de un árbol

Mas que una tendencia, la cabaña en el árbol, a medio camino entre la acampada libre y la comodidad de un hotel de lujo, ha conquistado numerosos trotamundos.

Para ciertas personas, actuar como un Robinsón Crusoe y dormir en una casita construida en la copa de un árbol, ha sido un sueño de toda la vida. Nunca es demasiado tarde para intentar, y para eso, no hay que aplicarse a la construcción de este refugio improvisado cargado de sueños.

Aquí y allá se ve el nuevo concepto multiplicarse. En el centro de las tierras o sobre el litoral, numerosos complejos hoteleros ofrecen ahora este tipo de alojamiento. De los pinos suecos a los baobab de Senegal, pasando por Zanzíbar, Belice, o Guadalupe, las cabañas encaramadas en la copa de los arboles seducen a las turistas y se adaptan a los arboles locales.

En Francia, aproximadamente 500 cabañas encaramadas entre cinco y veinticinco metros de altura, están esperando los viajeros. Ya sea en Bretaña, en Aquitania, o en la Costa Azul, el concepto se democratizó y las habitaciones suspendidas se propone en varias alturas y varios tamaños. Cabaña modesta y autentica o verdadero castillo encantado, hay para todas las exigencias y a un precio medio comprendido entre 100 y 200 € para una habitación doble.

Los mas exigentes pueden construir su remanso de paz para disfrutarlo libremente, en su jardín o en el espacio común asignado por los constructores, para un placer personal o un proyecto profesional. Y con precio que ronda los 900 € por metro cuadrado para un proyecto de alojamiento rústico, este sueño se hará realidad.

Traducido por S. MULLER – Meretdemeures.com.

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